La ONU busca garantizar la seguridad de los fieles en los lugares de culto

Posted On 13 Sep 2019
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Oración de los viernes en Srinagar, Jammu y Cachemira / ONU.

ONU.- Con ese fin ha lanzado un plan de acción con recomendaciones destinadas a las propias Naciones Unidas, los Estados, los líderes religiosos, la sociedad civil y los proveedores de servicios en línea para prevenir, responder y prepararse ante ataques como los que se han registrado recientemente en iglesias, mezquitas y sinagogas.

El Secretario General de las Naciones Unidas lanzó el pasado jueves en la sede de la Organización en Nueva York un Plan de Acción para la Protección de Sitios Religiosos. La guía ofrece recomendaciones a los Estados miembros para garantizar la seguridad de los fieles en los lugares de culto.

Durante la presentación del evento ante los Estados miembros, António Guterres destacó que cuando las personas son víctimas de cualquier ataque relacionado con su religión o creencias, toda la sociedad se ve mermada

 “Los lugares de culto de todo el mundo deben ser refugios seguros para la reflexión y la paz, no lugares de derramamiento de sangre y terror.  Se debe permitir que las personas de todo el mundo sigan y practiquen su fe en paz”, destacó Guterres quien recordó que actualmente nos enfrentamos a un aumento del antisemitismo, la islamofobia, los ataques contra los cristianos y la intolerancia contra otros grupos religiosos.

En posteriores declaraciones a los medios de comunicación, el titular de la ONU afirmó que se debe respetar la libertad religiosa en cualquier circunstancia y que, en el contexto del pleno respeto de dicha libertad, todos los lugares religiosos deben ser protegidos.

Fe y derechos humanos

Guterres explicó que el Plan tiene como punto de partida la Declaración Universal de Derechos Humanos  y se fundamenta en siete principios rectores:

  • el respeto para todos los pueblos
  • la responsabilidad de tender puentes de entendimiento mutuo y cooperación
  • la diversidad para aceptar y respetar las diferencias entre los seres humanos
  • el diálogo como una herramienta para comunicarse mejor y comprometerse con el prójimo
  • la solidaridad para apoyarse mutuamente, en especial en tiempos de dolor o angustia
  • permanecer juntos como individuos para responder con unidad a los intentos de dividirnos
  • permanecer juntos para asegurar que la unidad en respuesta a los ataques contra los lugares religiosos sea duradera y potenciada a lo largo del tiempo

El titular de la ONU añadió que el documento se complementa con la Estrategia y Plan de Acción sobre el discurso de odio   lanzado el pasado mes de junio que busca coordinar a todo el sistema de las Naciones Unidas en los esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la incitación al odio y conseguir una respuesta más eficaz ante ese flagelo.

“La mejor manera de superar la amenaza de la violencia basada en formas inadmisibles de manipulación de la religión y las creencias es uniendo nuestras voces para siempre, contrarrestando los mensajes de odio con mensajes de paz, aceptando la diversidad como una riqueza y no como una amenaza, invirtiendo en la cohesión social y protegiendo los derechos humanos”, destacó.

El Secretario General encargó el pasado 22 de marzo al Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones la elaboración del Plan de Acción tras los trágicos atentados terroristas contra dos mezquitas en la localidad neozelandesa de Christchurch.

Apoyo de la Alianza de Civilizaciones

Guterres pidió la elaboración del Plan presentado este jueves al Alto Representante de la Alianza de Civilizacionesde las Naciones Unidas, Miguel Moratinos, que contó con una amplia variedad de actores como gobiernos, organizaciones y líderes religiosos, jóvenes y representantes de la sociedad civil,  las comunidades locales, los medios de comunicación, las redes  sociales y el sector privado.

Moratinos indicó que el Plan pretende ser un instrumento que busca la obtención de resultados que proporcionen “una mejor preparación y respuesta” ante posibles ataques contra lugares religiosos.

“El éxito del Plan dependerá de su aplicación y del compromiso continuo de todas las partes interesadas, y en particular de los Estados miembros, de trabajar activamente en la protección de los lugares de culto, en colaboración con los agentes pertinentes”.

Añadió que el documento se complementará con el Programa Mundial sobre la protección de objetivos vulnerables, que incluye la protección de lugares religiosos contra las amenazas relacionadas con el terrorismo, que elabora en estos momentos la Oficina de las Naciones Unidas de Lucha contra el Terrorismo en consulta con las entidades pertinentes de la Organización.

Recomendaciones del Plan

Las recomendaciones del Plan se dividen primeramente en dos grandes apartados: Prevención y Respuesta, y Preparación que, a su vez, se subdividen en un conjunto de sugerencias destinadas a las propias Naciones Unidas, los Estados, los líderes religiosos, la sociedad civil y los proveedores de servicios en línea.

PREVENCIÓN

A las Naciones Unidas:

  • Se recomienda elaborar una campaña mundial de comunicación para fomentar el respeto y la comprensión mutua que contribuya a aumentar la conciencia en los medios de comunicación.
  • Apoyar la aplicación de las recomendaciones del Secretario General de las Naciones Unidas en la Estrategia y Plan de Acción contra el Discurso de Odio y del Plan de Acción para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
  • Continuar desarrollando estrategias e instrumentos destinados a reforzar la protección del patrimonio cultural, incluido el de interés religioso, y prevenir la instrumentalización de la cultura a partir de la agudización de las diferencias religiosas y tensiones.

A los Estados:

  • Elaborar planes nacionales multidisciplinares basados en los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible  para prevenir el extremismo violento, en la medida en que conduzca al terrorismo.
  • Colaborar con los líderes religiosos para promover el respeto y la comprensión mutua a través de actividades interreligiosas.
  • Facilitar la participación de la sociedad civil en estrategias y programas para prevenir el extremismo violento a través de la organización de talleres y otras iniciativas y establecer puntos de referencia para medir el progreso en la implementación de estrategias y programas relevantes.

A los líderes religiosos:

  • Orar en memoria de las víctimas y en apoyo de diálogo interreligioso y la solidaridad con motivo del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de los Actos de Violencia Basada en la Religión o Creencia que se celebrará anualmente el 22 de agosto.
  • Dedicar la próxima sesión de la Semana Mundial de la Armonía Interreligiosa del año 2020 a la protección de los lugares de culto.

A la sociedad civil:

  • Elaborar coaliciones de organizaciones de la sociedad civil para trabajar con individuos y comunidades vulnerables a la radicalización.
  • Promover iniciativas para el diálogo intra e interreligioso que fomenten el diálogo intercomunitario, ayuden a resolver las desavenencias y desarrollar la fortaleza de las comunidades.

A los proveedores de servicios en línea:

  • Crear asociaciones y colaboración con los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y las instituciones educativas que contribuyan a identificar y eliminar de manera inmediata el contenido terrorista y la violencia extremista de las plataformas en línea.

RESPUESTA Y PREPARACIÓN

A las Naciones Unidas:

  • Apoyar la aplicación de la Estrategia de la UNESCO para reforzar la labor en materia de la cultura y promoción del pluralismo cultural en caso de conflicto armado y su correspondiente Plan de Acción.

A los Estados:

  • Garantizar que los lugares religiosos sean catalogados como objetivos vulnerables y se les incluya en estrategias y planes nacionales pertinentes.
  • Revisar o fortalecer las estrategias y planes nacionales existentes para hacerlos más eficaces para salvaguardar los lugares religiosos.
  • Elaborar o fortalecer los planes nacionales para mejorar los sistemas de alerta temprana, respuesta a emergencias, gestión de crisis, seguridad y resiliencia.

A los líderes religiosos:

  • Efectuar evaluaciones de riesgos y priorizar los objetivos en consecuencia.
  • Participar en el intercambio regular de información con los gobiernos.
  • Mantener discusiones regulares con los fieles sobre la importancia de la preparación y la alerta temprana.

A la sociedad civil:

  • Crear asociaciones con líderes religiosos y funcionarios del gobierno para concienciar sobre cómo prepararse y responder a los ataques contra lugares religiosos.
  • Organizar iniciativas a nivel comunitario y ayudar a difundir información sobre la preparación y la respuesta a los ataques a lugares religiosos.
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